La intimidad sexual es un aspecto importante de la relación; permite que ambas partes se sientan cómodas. Tener mucha intimidad también ayuda a las parejas a ser más abiertas entre sí, lo que se traduce en una conexión romántica más fuerte. Por ello, los problemas sexuales deben abordarse lo antes posible, o pueden afectar negativamente a otros aspectos de la relación.

Si tú y tu pareja estáis pasando por problemas sexuales y no estáis seguros de cómo gestionarlos, estamos aquí para ayudaros. En esta guía se tratarán los problemas sexuales más comunes dentro de las relaciones y las formas de gestionar estos problemas.

Pero antes de continuar con la lista, nos gustaría recordarte que estos son sólo consejos generales. Además, esta guía no sustituye a la ayuda directa de un experto. Si los problemas sexuales que tiene con su pareja son muy específicos, le recomendamos encarecidamente que busque un terapeuta de pareja, un terapeuta sexual o un consejero.

1. «Ya no tenemos tanto sexo como antes…»

Si este es uno de los problemas sexuales que tienes, probablemente siempre estés recordando el pasado. Entonces, estabas acostumbrado a hacerlo todo el tiempo con tu pareja. Como la relación es nueva y excitante, os tiráis la noche como conejos. Pero ahora, al terminar la fase de luna de miel y de descubrimiento, puedes sentir que tú y tu pareja estáis demasiado cómodos y ocupados para tener sexo.

Ahora bien, esto puede ser un problema de la relación a corto plazo, ya que diferentes factores, como el estrés laboral o una tragedia, pueden afectar enormemente a la libido. Algunas personas simplemente no están de humor por lo que están pasando, pero con el tiempo volverán a ser los mismos de siempre. Dicho esto, pregúntale a tu pareja si hay algo que le molesta en el trabajo, la familia, los amigos u otros aspectos valiosos de su vida.

Si no hay una causa aparente de su desinterés por el sexo, entonces la razón de la falta de interés en el acto puede provenir de una razón más profunda dentro de la relación.

Probablemente quieren que expreses tu amor a través de su lenguaje amoroso; quieren que seas más expresivo con tus sentimientos, que ayudes más en las tareas domésticas, que seas más cariñoso con ellos o que les regales algo romántico en ocasiones especiales. Pero como no estás expresando tus sentimientos a través de su lenguaje amoroso deseado, es posible que se aferren al sexo inconscientemente como una forma de castigo.

La mejor manera de gestionar este reto es comunicándote con tu pareja con delicadeza. Nada de gritos, acusaciones de engaño, comentarios sarcásticos, declaraciones de culpabilidad u otros comentarios relacionados. No te resientas por su desinterés en el sexo y, en cambio, pregúntale por qué no está tan entusiasmado como antes.

Si la causa de su desinterés es un determinado problema en la relación, escucha activamente lo que te dice y trabajad juntos para solucionarlo. Si tu pareja es escuchada en la relación, pronto recuperará su confianza en ti y acabará por reavivar esa llama sensual.

2. «¡A mi pareja le gusta tanto el sexo que no puedo seguirle el ritmo!»

Si estás pasando por este problema sexual, probablemente te estés cansando y molestando con tu pareja, que no para de pedirte el acto cada noche. Si intentas decirles que no, es posible que acaben ignorándote durante el resto del día o que te digan comentarios que te hacen sentir culpable. Las palabras «Ya no me quieres» o «Sólo te echo de menos, así que estoy haciendo esto…» son algo que ya has oído antes.

Además de tener relaciones sexuales todo el tiempo, es posible que también recibas llamadas o textos sexuales al azar de tu pareja. Ahora bien, no hay nada malo en recibir un texto travieso en mitad del día; después de todo, es una forma estupenda de dar sabor a las cosas. Pero si esto ocurre casi a diario, puede acabar siendo molesto a largo plazo.

Este es uno de los problemas sexuales más complicados, ya que la causa de este problema puede deberse a diferentes causas. La primera causa es el desajuste de los impulsos sexuales. Es normal que dos personas estén entusiasmadas con el sexo durante los primeros meses. Pero una vez que la fase de luna de miel ha terminado, la excitación irá bajando poco a poco y el deseo sexual de cada uno volverá a ser el de siempre.

Si eres alguien que está en el lado meloso de las cosas y quiere tener sexo un par de veces en una semana solamente, será un gran problema si a tu pareja le gusta tener sexo todo el tiempo, ya que necesitará complacerse más a menudo de lo que tú prefieres. Si ésta es la causa del problema, tendrás que tener una discusión seria con tu pareja e intentar llegar a un acuerdo para ajustarse al apetito sexual del otro.

Por otro lado, si tu pareja se vuelve hipersexual de repente, también podrías considerar si ha pasado por algo trágico. A veces, el sexo puede utilizarse como mecanismo de afrontamiento para alejarse de los problemas personales.

Uno de los buenos ejemplos es una subtrama en la tercera temporada de Sex Education de Netflix. (¡Spoilers por delante!) Cuando el gato mascota de Cynthia y Jeffrey murió, Cynthia utilizó el sexo como una forma de distraerse de la pérdida, pidiendo a su pareja que le hiciera el amor todos los días. Al final tuvieron una discusión y Cynthia volvió a ser la misma de siempre en cuanto a su deseo sexual.

Si tu pareja se está volviendo demasiado sexual, puedes preguntarle por lo que está pasando y ayudarle a resolver estos problemas personales.

3. «Siento dolor cada vez que tenemos relaciones sexuales»

Experimentar molestias o dolor durante el sexo es uno de los problemas sexuales más comunes en una relación. Puede estar causado por condiciones o trastornos físicos como los siguientes:

Infecciones de transmisión sexual

Las personas pueden experimentar dolor durante la penetración sexual si tienen infecciones de transmisión sexual como la clamidia, la gonorrea o el herpes genital.

Menopausia

Las personas con vaginas que atraviesan la menopausia pueden experimentar dolor en las relaciones sexuales, ya que el cambio de hormonas puede hacer que el revestimiento vaginal pierda su humedad normal.

Vaginismo

Algunas personas con vagina pueden padecer esta afección, que hace que sus músculos vaginales se tensen automáticamente durante las relaciones sexuales. Esto hace que la penetración sea más difícil de lograr debido a la inmensa incomodidad de la persona con esta condición.

Existen dos tipos de causas para este, la primera es el vaginismo primario, que es para las personas que nunca experimentaron una penetración vaginal sin dolor. La segunda es el vaginismo secundario, que es para las personas que solían tener relaciones sexuales sin dolor pero terminaron con vaginismo. Esto se debe a los efectos de la edad, incidentes traumáticos, cirugía ginecológica, etc.

Endometriosis

Las personas con vagina pueden experimentar sexo doloroso debido a la endometriosis. Se trata de una afección en la que el endometrio, el tejido que suele estar dentro del útero, crece fuera de él.

Irritación o alergia genital

Esto ocurre cuando tus genitales entran en contacto con ingredientes a los que eres alérgica. Puede ocurrir al utilizar preservativos nuevos, juguetes sexuales, lubricantes, estimulantes, jabones íntimos y otros artículos relacionados.

Deformidades del pene

Las personas con deformidades menores o mayores en el pene, ya sean causadas por una condición genética o por un traumatismo previo, pueden hacer que el sexo sea incómodo y doloroso.

Priapismo

Se trata de una afección poco frecuente en las personas con pene. Si tiene priapismo, puede experimentar erecciones prolongadas de hasta cuatro horas y un dolor incesante en el pene.

Aparte de las causas físicas, el dolor genital durante las relaciones sexuales también puede estar causado por condiciones mentales, como la ansiedad por el rendimiento sexual, en la que el sexo puede causar una angustia extrema. No usar lubricantes y no tener suficientes juegos previos también puede ser una razón para experimentar un coito doloroso.

Dicho esto, le recomendamos que analice sus pasadas aventuras sexuales. ¿Te sientes ansiosa y tensa todo el tiempo? ¿Su pareja tiene prisa cuando se trata de los juegos preliminares? ¿Usa usted lubricantes o su pareja se ofende con la idea de usarlos? Después de averiguar la causa probable de tu malestar durante el acto, ten una conversación sincera con tu pareja al respecto.

4. «Siempre me siento presionado para rendir bien en la cama»

Este es uno de los problemas del sexo en la relación con el que la mayoría de nosotros podemos identificarnos. Con la disponibilidad de vídeos eróticos en línea, ahora es fácil acceder a toneladas de vídeos sensuales. Pero el acceso más fácil a los contenidos eróticos viene acompañado de algunos contras, uno de los cuales es la presión para rendir en la cama como un actor o actriz de vídeos para adultos.

Todos estamos de acuerdo en que el porno no es en absoluto un reflejo de la realidad, pero no podemos evitar compararnos con los salvajes escenarios de esos vídeos. Al querer replicar el sexo salvaje que se muestra en esos vídeos eróticos, nos centramos mucho en hacer que nuestras parejas lleguen al orgasmo, incluso a costa de nuestro propio placer.

La mayoría de la gente también piensa que es necesario tener habilidades divinas en el dormitorio para que la relación prospere. Tenemos miedo de perder a nuestras parejas porque no somos lo suficientemente salvajes para complacerlas, así que acabamos sintiéndonos presionados para estar a la altura.

Una de las mejores soluciones para este problema no es sólo reducir el consumo de porno (si la pornografía es la única causa de la inmensa presión), sino también tener una charla sincera con tu pareja y pedirle su opinión. Puede que descubras que estás siendo demasiado duro contigo mismo, y que en realidad eres bueno en el sexo. Y si no eres tan bueno en la cama, al menos puedes obtener información sobre lo que quiere tu pareja durante el sexo y trabajar para mejorarlo.

5. «Mi pareja no es cariñosa durante el sexo»

Uno de los problemas sexuales más comunes en las relaciones es la disminución de la pasión y el afecto durante el acto. Cada persona tiene unas necesidades diferentes en lo que respecta al afecto. A algunos les gusta ser pegajosos durante el acto, mientras que otros son del lado más salvaje de las cosas y se centran en los aspectos no vainilla del acto.

En este caso, la mejor solución es comunicar tu preocupación a tu pareja; dile que la falta de pasión en el dormitorio te hace sentir insatisfecho y frustrado con el acto. A continuación, puedes hablar de actividades que impliquen tanto perversión como pasión, como los juegos de rol. Si tu pareja empieza a ponerse a la defensiva y a ponerse furiosa por una petición tan sencilla, considéralo una gran bandera roja en la relación.

6. «Mi pareja no quiere hacer una actividad específica que me gusta»

Otro problema común en el dormitorio es el desajuste de preferencias entre las parejas. Por ejemplo, una persona está interesada en los juegos de impacto y quiere que su pareja la azote. Sin embargo, su pareja no está interesada en hacer daño a su pareja durante el sexo.

La cuestión es que cada persona tiene intereses diferentes en el dormitorio. Nunca presiones a tu pareja para que diga que sí en la actividad sexual y respeta sus límites. Lo que puedes hacer es hablar del dilema y llegar a un acuerdo.

Volvamos al ejemplo anterior. En lugar de recurrir a látigos o paletas, la persona que se dedica a los juegos de impacto puede pedir a su pareja que le haga cosquillas. Pueden pedirle a su pareja que les provoque o «torture» con objetos que les hagan cosquillas, como plumeros, floggers y objetos similares. Puede que no sea tan intenso como los látigos y las paletas, pero aún así, satisface la necesidad pervertida de la persona de jugar sensorialmente.

7. «Estamos muy presionados para hacer un bebé, y eso afecta a nuestras aventuras sexuales»

Este es uno de los problemas sexuales más comunes en las parejas casadas. Cuando tú y tu pareja decidís tener un bebé, los momentos de sexo son más frecuentes. Es increíblemente romántico y divertido al principio, ¿quién no quiere tenerlo casi todas las noches, verdad?

Sin embargo, con el paso de los meses, el sexo romántico puede convertirse en una obligación estresante durante la ovulación. No concebir después de un par de intentos también puede frustrar a ambas partes, lo que lleva a una conexión inestable.

Si tú y tu pareja tenéis alguna dificultad para concebir y estáis causando cierta tensión en la relación, debéis dar un paso atrás y discutir lo que está pasando. Recuerda que el embarazo puede ocurrir de forma diferente en cada persona. Algunas pueden tenerlo fácil, mientras que otras pueden necesitar muchas sesiones sensuales para conseguirlo.

También hay que recordar que el sexo no es sólo una cuestión de reproducción, sino también una forma de reforzar la conexión íntima. Dedica tiempo no sólo a la parte de la penetración, sino también a las otras partes íntimas que conducen a esa vaporosa penetración: las caricias sensuales, los besos intensos, el impresionante juego oral… saborea cada momento.

También te recomendamos que acudas a profesionales de la medicina y te pongas en manos de la mejor opción de tratamiento para acelerar el proceso de concepción. También puedes consultar a un terapeuta de pareja sobre los sentimientos negativos que ambos tenéis al intentar tener un bebé.

8. «Soy muy consciente con mi cuerpo cada vez que tenemos relaciones sexuales»

Uno de los problemas sexuales más comunes que tienen las parejas son los problemas con el cuerpo durante el acto. Si tú o tu pareja percibís negativamente vuestro/su cuerpo, esto puede llevar a evitar el sexo o a la ansiedad sexual.

También hay más posibilidades de que una persona con baja autoestima no se sienta plenamente satisfecha durante el sexo, ya que se concentra en la actividad pero simplemente la vigila. Esto se denomina espectador, en el que la persona se ve a sí misma en la perspectiva de la tercera persona durante el acto.

Supongamos que crees que tu imagen corporal está afectando a tu forma de practicar el sexo y experimentar el placer. En ese caso, tienes que empezar a dar pequeños pasos para quererte a ti mismo. Aprecia lo que tu cuerpo puede hacer. Haz algunos ejercicios de amor propio. Tócate y ponte en sintonía con tu cuerpo. Reconoce la raíz de la percepción negativa. Rodéate de personas positivas que te admiren más allá de tus atributos físicos. Estos pasos mencionados son algunas de las cosas que puedes hacer para amarte a ti misma.

Si tu pareja es la razón por la que tienes problemas de imagen corporal, considéralo como una bandera roja. Habla con él de ello. Por ejemplo, le gusta bromear sobre tu barriga durante el sexo, aunque sabe que es una de tus mayores inseguridades.

Expresa tu frustración y observa su reacción. ¿Escuchan tus preocupaciones y se comunican adecuadamente? ¿Están poniéndose a la defensiva y llamando «dramáticos» a tu petición?

Si se están comunicando correctamente y escuchando activamente lo que dices, hay más posibilidades de arreglar las cosas. Si se portan mal contigo por expresar tu frustración, quizá debas considerar la posibilidad de terminar la relación.

9. «La eyaculación precoz es el mayor obstáculo para nuestra vida sexual»

La eyaculación precoz es uno de los problemas sexuales más comunes entre las parejas y ha dado lugar a muchas experiencias sexuales insatisfactorias. Los profesionales de la medicina pueden recomendar ejercicios y medicamentos para combatir este problema, pero hay otra forma de controlarlo sin depender de los medicamentos o los ejercicios: más juegos preliminares y orales.

Si tienes una pareja femenina, ten en cuenta que el centro de placer o la parte más placentera de su cuerpo no está dentro de la vagina. El clítoris, rico en unas 8000 terminaciones nerviosas, se encuentra en la parte superior de su vulva.

Lo único que tienes que hacer es jugar con esta zona justo antes de la parte del sexo con penetración. Utiliza los dedos, la lengua, la nariz y los juguetes sexuales para complacer esta zona. Asegúrate de dedicar mucho tiempo a jugar con esta zona: pronto verás cómo tu pareja arquea las caderas por el inmenso placer.

10. «Nunca he experimentado el orgasmo con mi pareja»

Otro problema sexual común dentro de las relaciones es la falta de orgasmos y de satisfacción entre las partes. Algunos se sinceran con su pareja, otros recurren al uso de juguetes sexuales, mientras que otros… simplemente lo fingen.

Sin embargo, fingir los orgasmos sólo agravará el problema, no lo resolverá. Si tu pareja descubre que sólo estás fingiendo tu Os, puede sentirse traicionada por mentir.

Por eso, para este problema sexual, simplemente tienes que abordarlo con suavidad con tu pareja. No te burles de él por no hacer que te corras, sino que expresa las cosas que quieres experimentar en la cama o las actividades que pueden llevarte al orgasmo más fácilmente. También puedes probar con juguetes del amor, como un par de vibradores, para obtener sensaciones adicionales.

11. «La disfunción eréctil afecta a nuestra vida sexual»

La disfunción eréctil es una condición en la que una persona con pene tiene dificultades para iniciar y mantener una erección. No sólo afecta a la vida sexual, sino que también perjudica a la autoestima: saber que no se puede tener una erección debe ponerte de los nervios, sobre todo si lo haces con alguien a quien quieres.

Al igual que ocurre con otros problemas sexuales, hay formas de gestionar este problema. Esto incluye hablar con un profesional médico y obtener las mejores opciones de tratamiento. En cuanto a la persona cuyo novio o marido está pasando por esta condición, recomendamos ser una figura de apoyo mientras su pareja pasa por la terapia, los ejercicios y los medicamentos. Recomendamos centrarse en las partes no penetrantes del acto. Acudir a masajes sensuales, juegos orales, juegos de rol y actividades relacionadas.

12. «Nunca hablamos de nada relacionado con el sexo; ambos nos sentimos incómodos con el tema»

Este es probablemente el problema sexual más común de todos. Debido al estigma que rodea al sexo y al placer, la mayoría de las personas se sienten incómodas al hablar de sexo, incluso con sus parejas. Esto puede dar lugar a experiencias sexuales insatisfactorias, a parejas que desconocen el concepto de consentimiento, a parejas que no establecen límites entre sí, etc.

La cuestión es que el sexo es una actividad natural entre la pareja. No eres una zorra ni una pervertida por expresar tus deseos sexuales. No dejes que el estigma que rodea al sexo te impida experimentar el dichoso placer que ambos merecéis. Además, hablar de sexo e intimidad es compartir la vulnerabilidad con el otro, reforzando la conexión que tienes con tu pareja.

Conclusión

Tener problemas sexuales es algo normal en una relación. Las parejas siempre tendrán altibajos; es parte del viaje. Sin embargo, las parejas deben tener siempre la iniciativa de resolver estos problemas sexuales, para que no se agraven. Aprende a comunicarte y a expresar abiertamente tus sentimientos a tu pareja: es la clave para tener experiencias sexuales saludables.