¿Se ha preguntado alguna vez por qué algunas personas se empeñan tanto en las fotos de los pies? Especialmente los hombres mayores, cuyas carteras están repletas de dinero, dispuestos a gastar de cientos a miles de dólares por el contenido de sus pies. Bueno, esa es una forma de demostrar que tienen un fetiche de pies.

El fetichismo de pies va más allá de enviar fotos de pies, así que sigue leyendo este artículo para saber más al respecto.

¿Qué es un fetiche de pies?

El fetiche de pies es la fijación o atracción sexual hacia los pies o cualquier parte relacionada con ellos. Dedos de los pies, tobillos o el conjunto, tú decides. A veces, la excitación por los pies puede ser por mirarlos o por la necesidad de alcanzar un orgasmo. De esto hablaremos más adelante. También se llama podofilia.

Entre los numerosos fetiches que existen, éste es uno de los más comunes. Según este estudio de The Journal of Sexual Medicine, aproximadamente el 10% de los participantes admitió tener un fetiche por los pies. Los hombres fueron mayoría sobre las mujeres con este fetiche

La ciencia detrás del fetiche por los pies

Aunque no hay una razón específica de por qué y cómo la mente de las personas genera excitación con los pies, hay un par de teorías a las que podemos referirnos.

Empezando por Sigmund Freud, éste teorizó que el origen general de los fetiches surgió cuando un niño varón se escandalizó al descubrir que su madre no tenía pene. Eso marca el inicio de la fijación por los sustitutos del pene. En el contexto de los pies, se parecen a los penes. Esta teoría puede ser una de las primeras de su tipo, pero más tarde fue desmentida por teorías más modernas.

El psicólogo Justin Lehmiller acuñó que «los fetiches son comportamientos aprendidos» Según el cual, si lo has probado y te ha gustado, ¡boom! El crecimiento de un fetiche aumenta a partir de ahí. En su libro Tell Me What You Want, afirma que el 14% de sus participantes fantaseaban con los pies. Que te den la vuelta y todo eso simplemente. Así que no se gana del todo un fetiche de pies. Pero si es así, es un porcentaje menor. En cualquier caso, es un comienzo.

Segúnel neurocientífico Vilayanur Ramachandran, los fetiches de pies existen debido a que la posición del cerebro responsable de la excitación está al lado de la parte responsable de las sensaciones de los pies.

Ejemplos de fetichismo de pies

Hay algunas formas de determinar su intriga por los pies. He aquí algunos ejemplos destacados que hemos observado y recopilado.

1. Admirador visual

El mero hecho de mirar los pies, los tuyos o los de otra persona, de cerca o de lejos, es suficiente para generar excitación y placer en ti. Nada más y nada menos. Con observar como es suficiente para ti.

2. Adicto al olor

Maloliente o limpio, el olor de los pies de alguien enloquece tus sentidos. Si le añades un poco de sudor, ¡puedes volverte loco!

3. El tamaño importa

Sí, ¡esto no sólo se aplica a las pollas! Tener en cuenta el tamaño de los pies de alguien, ya sean más pequeños o más grandes que los tuyos, te hace vibrar. ¿Y qué más cuando te penetran con ellos?

4. Accesorios en abundancia

Tal vez te apetezcan unos pies con adornos especiales que brillen y resplandezcan bajo la luz Los accesorios pueden ir desde anillos hasta tobilleras. Las uñas de colores o la pedicura también cuentan como adornos llamativos junto a cualquier tipo de calzado

5. Tócame

Eres muy manitas, necesitas amasar los pies de alguien para bajar o encender la excitación. Tu boca también puede actuar como succión, especialmente en los dedos de los pies, o tu lengua puede tomar la iniciativa. Siempre que haya contacto piel con piel entre tú y tu pareja, podréis alcanzar la satisfacción general.

Formas de explorar el fetiche de los pies

Ahora que ya sabes cómo puede interesarte el fetiche de los pies, sólo estamos empezando la diversión. Hemos enumerado algunas sugerencias que pueden aportar más sabor a su estilo de vida sexual si este fetiche despierta su interés.

1. Haz fotos de los pies.

Dicen que hay que hacer una foto; durará más. Si tú y tu pareja soléis estar lejos el uno del otro, ya sea por el trabajo o por lo que sea, hacer una foto de vez en cuando es una gran provocación de lo que está por venir. O si estáis juntos, hacer fotos de los pies os permite apreciar vuestro cuerpo y crea un recuerdo permanente. Y a todo el mundo le gusta crear nuevos recuerdos, ¿verdad?

2. Hazte un masaje de pies.

Si su lenguaje amoroso es el tacto físico, ésta es una actividad a la que no querrá resistirse. Después de un largo día, tú o tu pareja podéis sacar a relucir este método de relajación. Porque si lo piensas bien, es una situación en la que todos ganan. Usted gana en alivio mientras su pareja se suelta y se libera. Y viceversa.

Otro complemento para hacerlo más especial es aprender a hacer masajes sencillos a través de las redes sociales o de un especialista. Así, tus dedos trabajan el masaje adecuado para aliviar el dolor de pies.

3. Hazte la pedicura.

El autocuidado hecho cuidado sexual. Y sí, ¡esto vale tanto para hombres como para mujeres! Nunca puedes equivocarte con una pedicura fresca, desde tonos neón hasta nude. Si quieres que te dure un tiempo, opta por el esmalte de gel de la pedicura. Es un poco caro, pero puede durar hasta 3 semanas.

4. Dar o recibir una paja en los pies.

En lugar de la típica paja cuando tú y tu pareja estáis empezando, retaos haciéndoos una paja en los pies. En el caso de las parejas masculinas, rodead sus penes con los pies y penetradlos de arriba abajo hasta el clímax. Para las parejas femeninas, acaricia sus pliegues con los dedos de los pies tan lenta o rápidamente como quieras antes de entrar lentamente en su interior. El footjob cuenta como juego previo, así que hazlo valer

5. Chupa los dedos de los pies.

Olvídate de las piruletas y de los helados cuando te arremolina y succiona los dedos de los pies de tu pareja. Como dijo Freud, los pies son sustitutos del pene. Excepto que no tienes que escupir ni tragar nada. Ah, y respira por la nariz y usa lubricante para darle más sabor.

6. Lávales los pies.

Ah, sí. El Jesús moderno y sus discípulos, pero hazlo como un fetiche. Sumergir los pies en agua tibia o fría (según el día) y luego hacer que alguien los limpie permite que el placer llegue a ambos miembros de la pareja. Para el que da, se trata de agarrar los dedos de los pies del receptor repetidamente. Mientras tanto, el receptor disfruta de todas las sensaciones de bienestar. No dejes de incorporar burbujas si hay jabón de por medio

7. Besa sus pies.

Haz una adoración corporal, pero centrada en los pies. Desnudo o no, regala a tu pareja un poco de afecto poniéndote de rodillas y dejando picotazos en sus pies. Por dedo o a cada lado del tobillo, tú decides. Es una forma física de mostrar elogios, aunque no te reprimas en decir palabras de alabanza para amplificar la situación.

8. Incorpora los zapatos a la sesión.

Para que los juegos preliminares sean más lentos, considera la posibilidad de quitarte o dejarte los zapatos puestos. En el primer caso, tómate tu tiempo para apreciar el zapato que sostiene los queridos pies de tu pareja. Bésalo, lámalo, tú decides. Mantén un intenso contacto visual con ellos antes de quitárselos. Con los segundos, ni siquiera te molestes en quitárselos como sueles hacer antes de hacerlo. Deja que sean un juguete de apoyo que te penetre a ti y a tu pareja.

9. Písalos.

¿Alguna vez le has dicho esto a algún famoso que adoras cuando se ve extra fino? Pues vamos a tomarlo al pie de la letra con el fetiche de los pies. Mientras tú o tu pareja estáis tumbados en una superficie plana y segura (el suelo, preferiblemente), coged con cuidado un pie cada vez. Empieza por la zona inferior hasta el pecho, pero asegúrate de no pisar sus partes íntimas. Puedes intentarlo con los pies descalzos o con zapatos, aunque lo primero suena mucho más salado si lo preguntas. ¡Reclama tu dominio!

10. Regálales accesorios para los pies o los tobillos.

Algo más suave, a todo el mundo le gusta un poco de deslumbramiento de vez en cuando. Para los que tienen un fetiche con los pies, los adornos colgantes a lo largo de los pies no sólo los hacen más bonitos. Además, añade más estilo en el dormitorio, sobre todo cuando el roce de sus pies coincide con el del accesorio mientras ambos se emborrachan

O quizá también fuera del dormitorio, donde es una forma de decir a la gente que tu pareja es tuya. Posesión, pero discreta y respetuosa.

Consejos para realizar el fetiche de pies

Te hemos dado las ideas para dar rienda suelta a tu fetiche de pies, pero ¡espera! Hay algunas indicaciones más que debes tener en cuenta de antemano, y las hemos desglosado en 5 consejos fáciles de seguir.

1. Sed transparentes el uno con el otro.

Acepta que tener un fetiche de pies puede seguir teniendo un estigma hacia los demás. Dado que nuestro entorno externo afecta a la forma en que los demás ven ciertas cosas, establezca las expectativas desde el principio. Pero al mismo tiempo, no tengas miedo de compartir tus manías y fetiches con tu pareja. Es mejor ser un libro abierto que mantenerlo todo cerrado, dificultando la comunicación con tu pareja. Deja que ellos también expresen sus propias manías y fetiches, y comprueba en qué aspectos estáis ambos alineados. De nuevo, el sexo debe ser honesto, para que sea auténtico y divertido.

2. No te precipites.

Así que tú o tu pareja habéis admitido tener un fetiche con los pies, y hay emociones encontradas. Deja que el otro se tome un tiempo para pensar en ello; sopesa los pros y los contras si es necesario. Cuando tú o tu pareja decidáis seguir adelante con este fetiche, id a vuestros propios ritmos. No os esforcéis mucho, y luego id avanzando poco a poco. O, al menos, inténtenlo, y después infórmense mutuamente. Las cosas buenas llevan tiempo, después de todo.

3. Encuentra el momento adecuado para intentarlo.

El momento es crucial en todo lo que haces. Nada bueno sale de la falta de preparación, así que lee bien la habitación. Si tu pareja está libre y de buen humor, no dudes en pedírselo. Si está estresado, mejor dale un poco de espacio primero. Dado que el fetichismo de pies tiene varias formas de aventurarse (como hemos mostrado antes), necesitarás algo de tiempo para pasar por cada una de ellas.

4. Ver porno.

¿Dudas de tus habilidades porque eres un completo novato o porque te cuesta probar un nuevo truco? Apóyate en los medios pornográficos para que te guíen en el camino. Si escribes fetiche de pies como palabra clave principal en los sitios de pornografía, tendrás acceso a numerosos contenidos, ya que es algo habitual. Ya sean hechos por aficionados o producidos por empresas de alto nivel, las fuentes son ilimitadas. El conocimiento es poder para mejorar tu juego de fetichismo de pies.

5. Asegúrate de que no hay heridas abiertas de antemano.

Comprueba que los dedos de tus pies o los de tu pareja están limpios, seguros y sanos de cortes y arañazos. No sólo por razones higiénicas, sino que puede evitar que contraigan infecciones. Aunque haya dolor en el placer, no te lo tomes al pie de la letra. Consigue que tu físico esté intacto antes de introducir o tocar cualquier cosa en tu boca o partes íntimas.

Preguntas frecuentes

Puede que hayamos abordado todo lo que necesitas saber sobre el fetiche de los pies, pero todavía pueden surgir preguntas al respecto. Aquí tienes algunas de ellas, con respuestas que te aportarán más luz.

1. ¿Cuál es la diferencia entre el fetiche por los pies y el fetiche por los zapatos?

Aunque los zapatos amplifican el fetiche de los pies más cuando te pones a jugar, el fetiche de los pies se centra principalmente en los pies descalzos. Pero el fetichismo de los zapatos, también conocido como retifismo, se centra simplemente en conseguir la excitación del artículo, ya sea por el tipo (sandalias, zapatillas, etc.) o por su uso en el dormitorio.

2. ¿Puedo contraer infecciones de transmisión sexual a través del fetichismo de los pies?

Sí, es posible. A través del contacto piel con piel se pueden contraer herpes (genital y oral), el virus del papiloma humano (VPH) y la sífilis. Ten cuidado

3. Se lo comenté a mi pareja, que se extrañó. ¿Qué debo hacer?

Los fetiches son subjetivos, y quizá el fetiche de los pies sea algo a lo que tu pareja no esté tan acostumbrada. De momento, puedes compartir este artículo informativo y luego darles un tiempo para que lo piensen

4. He probado el fetiche de los pies y no sé si quiero volver a intentarlo. ¿Hay algo malo en mí?

No No deberíamos hacer nada con lo que no nos sintamos cómodos. Aunque si una parte de ti sigue decidida, prueba otras formas de hacer el fetiche de los pies basándote en nuestras sugerencias anteriores. Por otra parte, no te fuerces por la validación propia o de otras personas.

5. ¿Cuándo se puede considerar que el fetiche de los pies es un problema?

Si empiezas a realizar actividades peligrosas que te hacen daño a ti mismo y a los demás, debes buscar ayuda de profesionales para detenerlo. Los fetiches son normales y debería ser divertido probarlos, pero ir más allá de tus límites no lo es.

Conclusión

El fetichismo de pies no es tan extraño como se cree. La idea de buscar el placer a través del cuerpo puede no tener sentido al principio. Pero con las teorías que lo respaldan, nos da una vía para analizar las perspectivas de quienes se dedican a ello. Así que, en lugar de añadir más estigmas, nos sentamos al lado de la idea. Nos presentamos como amigos y compartimos cosas sobre ellos

La próxima vez que rehúyas un fetiche, dale una oportunidad antes de dejarlo pasar. Puede que no sean una fuente de emoción sexual para ti, pero sí para otros