Has encontrado la pareja perfecta. Se está planeando la boda. Surgen preocupaciones sobre tu pareja. Ahora tienes dudas sobre el futuro y tu prometido. Pero hay que tomar precauciones para asegurarse de haber encontrado al mejor compañero de vida posible.

En primer lugar, conócete a ti mismo. Comprende lo que el matrimonio significará para ti. Después, comprende a tu futura pareja. Conozca sus diferencias y similitudes antes de la boda. Por último, después de casarse habrá retos que afrontar, independientemente de la cantidad de preparativos realizados

A decir verdad, mi esposa y yo exploramos estos temas antes de casarnos, y creo que nuestras conversaciones ayudaron a establecer una base firme para nuestra relación matrimonial.

¿Por qué hay que hablar seriamente antes del matrimonio?

Como consejero de rehabilitación y ministro, he tenido la oportunidad de ayudar a las personas a tomar decisiones matrimoniales. Aproximadamente dos millones de matrimonios ocurren anualmente en América, pero la tasa de divorcio sigue siendo alrededor del 50%. Por estas razones, he proporcionado temas cruciales que deben ser examinados por la pareja antes de que ocurra la boda para aumentar la posibilidad de tener un matrimonio amoroso duradero.

En este artículo, me he centrado en las culturas en las que el derecho a casarse es acordado por adultos que dan su consentimiento. Examinar estas cuestiones antes de compartir los votos puede dar lugar a una pareja amorosa a largo plazo. Por el contrario, descuidar estas áreas puede dar lugar a la insatisfacción o al divorcio de la pareja. Algunas de las áreas mencionadas son: las expectativas matrimoniales y el significado del compromiso, las consideraciones financieras y mucho más.

1. Conozca las capacidades y limitaciones de su pareja

En general, las personas casadas tienen una formación académica similar. Además, las personas que disfrutan de las actividades físicas, como los deportes, tienden a encontrarse en el matrimonio. Algunas personas prefieren un entorno social próspero, como un ambiente de fiesta, mientras que otras prefieren leer un libro.

Ten en cuenta las habilidades de tu futura pareja. Las cosas que a una persona le gusta hacer antes de casarse serán algunas de las mismas actividades en las que querrá participar más adelante, debido a las capacidades sociales, físicas y mentales individuales:

  • Social: ¿Es la persona un cliente frecuente en bares u otras reuniones sociales? ¿O le gusta leer en un lugar tranquilo?
  • Físicas: ¿Son los deportes importantes para su futuro cónyuge? ¿Le gusta a su pareja ir de excursión, acampar o hacer trabajos de jardinería?
  • Educación: ¿Obtuvo la persona una educación secundaria? ¿Asistió a la universidad u obtuvo un certificado profesional? ¿Puede la persona abordar los problemas de forma racional?

2. Cumplir los objetivos personales antes de la boda

Esfuércese por lograr sus objetivos antes de casarse. Por ejemplo, es posible que desee obtener una licencia o un título determinado. Esperar hasta después de la boda para perseguir sus sueños puede crear conflictos si su cónyuge no le apoya. Además, las aspiraciones profesionales deben abordarse antes del matrimonio.

En resumen, su cónyuge no debe ser la razón por la que no se alcancen los objetivos personales o profesionales. Pueden surgir desacuerdos si no se han tratado estas ambiciones personales. Consulta la opinión de tu prometido sobre este tema si aún tienes objetivos pendientes.

3. Discutir el significado del compromiso

No todo el mundo muestra lealtad y devoción por igual. La dedicación puede significar cosas diferentes para cada persona. Asegúrate de discutir si tu relación matrimonial será más abierta o monógama. Si no se abordan las dificultades de compromiso antes del matrimonio, pueden surgir celos y resentimientos.

En esencia, ¿cuáles son sus sentimientos sobre las obligaciones conyugales? Decidan si querrían estar en un matrimonio con alguien que tiene una perspectiva muy diferente del compromiso.

4. Mantén un diálogo significativo sobre las expectativas del matrimonio

Todos tenemos opiniones sobre el matrimonio, y esas opiniones pueden chocar. Entienda que su prometido no cambiará simplemente porque se intercambien los votos matrimoniales. Por ejemplo, si una persona realiza actividades destructivas, el matrimonio no alterará esos comportamientos inmediatamente.

Hay que invertir tiempo y trabajar para que se desarrollen nuevos comportamientos y actitudes. Sin embargo, la honestidad, la confianza, la intimidad física y la buena comunicación son expectativas razonables para cualquier pareja en las primeras etapas y a lo largo del matrimonio.

Hagan viajes de fin de semana como pareja de novios. Pasen horas, si es necesario, hablando de los roles y las expectativas que tienen para el matrimonio. Tened conversaciones significativas para determinar si vuestras expectativas se cumplirán antes de decir: Sí, quiero.

5. Evaluar la conciencia emocional

El nivel de intercambio emocional entre dos personas es una señal sobre la preparación para ser cónyuge. La felicidad conyugal es inalcanzable si un miembro de la pareja es egoísta. Inevitablemente, los actos desinteresados son comunes entre las parejas casadas. Un marido o una mujer deben ser capaces de abrazar la alegría y ser solidarios durante las tragedias.

Del mismo modo, los cónyuges deben ser capaces de comunicarse abiertamente sin amenazas. Preocúpese si su potencial pareja no es emocionalmente consciente de sus sentimientos o de los suyos. Fíjese:

  • ¿Es una persona que se enfada rápidamente?
  • ¿Ignora la persona sus sentimientos en momentos críticos?
  • ¿Son adecuadas las respuestas emocionales de su pareja? Por ejemplo, ¿se ríe la persona cuando otro ser humano tiene problemas?

6. Observe las interacciones familiares

Fíjate en si la posible familia política te saluda con cariño. Pueden existir roces entre las dos familias o entre tus parientes y tu futuro cónyuge. Observa cómo trata tu pareja a sus padres y hermanos. ¿Está el respeto en el primer plano de estas interacciones? ¿Son estos encuentros hostiles?

Está advertido: Estas actitudes probablemente saldrán a la luz durante la relación matrimonial. Determina si vas a aceptar los comportamientos negativos de los miembros de la familia y habla de ellos con tu prometido.

7. Conozca su situación financiera

La mala gestión del dinero puede ser perjudicial para el matrimonio. Descubra si su futuro cónyuge tiene cantidades ingentes de deuda. Averigüe si se utiliza un presupuesto para los gastos diarios. Pregunte si existe una cuenta de ahorros o un plan de jubilación.

Busque otros indicadores financieros de una mentalidad centrada en los años venideros. Observe si las tarjetas de crédito se utilizan con frecuencia para comprar artículos caros. Tome nota de si las facturas se pagan a tiempo y pregunte por la cobertura del seguro.

8. Averigüe qué piensa su prometido sobre la planificación

Aunque no se puede planificar cada minuto, hay que hablar del uso del tiempo en el presente y en los años siguientes a la boda. Algunas personas son más espontáneas, mientras que otras desean unos arreglos claros y predecibles. ¿Planificarán el tiempo en familia y las vacaciones? ¿Tendrán hijos que merecen su tiempo? ¿Se programará la limpieza de la casa?

La verdad es que el tiempo es un recurso limitado. Los matrimonios que no planifican las tareas continuas se dirigen en una dirección peligrosa. Si observa cómo su futuro cónyuge mantiene su casa, puede descubrirse una idea de lo que su prometido piensa sobre la organización.

Además, fíjate en si suele llegar tarde a los eventos. Es posible que esa persona tenga dificultades para gestionar el tiempo. Decida si quiere un cónyuge que no valora la planificación.

9. Conocer los valores del otro

Los hallazgos muestran que los maridos y las mujeres que tienen valores culturales similares (ahorro, ética del trabajo, etc.) suelen permanecer unidos. Por otra parte, las creencias religiosas mantienen unidas a las parejas. Las opiniones políticas también influyen en el éxito de una pareja. Sepa qué piensa su prometido sobre estos temas mientras se prepara para un compromiso amoroso de por vida.

Sin embargo, atar el nudo por amor es un fenómeno reciente en la cultura humana. En muchas culturas primitivas, la gente se casaba por obligaciones familiares o religiosas. La gente se casaba para evitar las guerras y por acuerdos comerciales.

Aunque estas circunstancias siguen existiendo en algunas zonas del mundo, el amor y el compartir intereses son las dos razones principales por las que los hombres y las mujeres se casan en Estados Unidos.

Reflexiones finales

En resumen, entender la relación matrimonial no siempre es fácil. Habrá momentos difíciles y momentos de paz. Hay que construir conexiones duraderas para soportar el final de la fase de luna de miel. Las horas dedicadas a hablar y observar durante el noviazgo pueden evitar una separación prematura. El tiempo que inviertas antes de la fecha de la boda puede ahorrarte una gran decepción en el futuro.

Escuche y aprenda. Evalúa las probabilidades de éxito. Luego toma la mejor decisión para tu vida.