Te morías de ganas de conocer a la otra mujer en la vida de tu prometido. Las visiones de las salidas al centro comercial, los cotilleos con el café y el compartir la ropa del otro bailaban en tu cabeza. ¿Cómo podría la mujer que crió a tu brillante novio no ser un alma gemela?

Si estás leyendo este artículo, lo más probable es que las cosas no hayan ido según tus fantasías prenupciales. Tal vez tus pensamientos hayan tomado un giro más oscuro estos días. Tal vez te hayas planteado cambiar de número de móvil o comprar un inmueble en Costa Rica.

Si la relación madre-hija suele estar cargada de dramatismo, no es de extrañar que la dinámica suegra-nuera pueda ser aún más difícil. ¿Por qué es tan difícil relacionarse con la mujer que ha criado al hombre de su vida? ¿Cómo puedes relacionarte con esa mujer que viene de una generación tan distinta a la tuya? ¿Y cómo evitar la toxicidad en tu relación con esta mujer que es, a todos los efectos, tu segunda madre?

Caminar por un campo de minas podría ser más fácil que navegar por el terreno emocional con una suegra, pero es mejor pensar con optimismo. Así que, con ese espíritu, este artículo analiza las siguientes 7 maneras de aliviar la frustración de esta relación a menudo incómoda:

1. Date cuenta de que es normal que haya cierta tensión

Cuando se casó por primera vez, puede que le chocara darse cuenta de lo diferentes que fueron educados usted y su cónyuge, incluso si proceden de grupos raciales y sociales similares. Cuando se casaron, estas diferencias probablemente se amplificaron y la fricción entre sus creencias y las de él pudo haber sido muy inquietante.

Lo mismo ocurre con tu relación con tu suegra. Un poco de tensión a causa de las diferencias de origen y creencias es bastante normal y no hay que reñirte (ni a ellos). Naturalmente, tú y tus suegros veréis las cosas de forma diferente. Esto puede ser un beneficio a largo plazo, ya que ambos se expanden y crecen en su relación mutua.

2. Asegúrate de que tú y tu querido marido estáis unidos

Incluso si tu marido es un niño de mamá cuando se casó contigo, su lealtad debería haber cambiado hacia ti. No hay nada más desmoralizante para una esposa que el hecho de que su marido elija a su mamá en lugar de a ella. También es difícil para el marido cuando su mujer le pone en medio de una disputa con su madre.

¿Qué hacer?

La comunicación con tu marido sobre este tema, antes y después del matrimonio, es crucial. Si es posible, intenta comunicarte directamente con tu suegra en lugar de utilizar a tu marido como intermediario. Absténgase de ser indebidamente negativa, pero hágale saber a su marido si cree que la está congelando y que tiene un apego malsano a su madre.

Sólo si estáis unidos como pareja podréis afrontar los problemas de los suegros con eficacia. Si después de hablar con él observas que tu marido sigue siendo muy inmaduro con respecto a su madre, podría ser conveniente una visita a un terapeuta de pareja.

3. Renuncia a tener la razón

Algo que debes tener en cuenta al tratar con tu suegra es que tiene muchas emociones y expectativas invertidas en su hijo. Le cuidó, le besó los michelines y le aconsejó en su adolescencia. Estuvo presente en la mayoría de sus «primeras veces» y, aunque sea un cliché psicológico, fue la primera mujer en su vida.

Eso, unido a su experiencia vital, puede hacer que a veces parezca un poco mandona. Es posible que quiera decirle cómo le gustan los huevos a su pequeño «bombón» o la mejor manera de hacer la cama o vestir a su bebé. En lugar de interpretar sus consejos como una crítica velada, aunque lo sea, respira hondo y agradece sus esfuerzos.

Elige ver sus afirmaciones y consejos como bienintencionados agradeciéndole su opinión. Esto no significa que debas o debas aceptar sus consejos. Recuerda: A todo el mundo le gusta una dosis de aprecio de vez en cuando.

Si quieres que te escuche, sería conveniente que le hicieras saber que tú también puedes escucharla. A veces lo único que una persona quiere es que le confirmen que sigue siendo importante, lo que puede ser especialmente difícil para una madre que ha entrado en la fase del nido vacío.

4. Delimita amablemente los límites

Si no estableces unos límites saludables en la relación con tu suegra, puede que ella nunca se dé cuenta de que ciertas cosas que hace son inapropiadas. Como pareja, tú y tu marido debéis decidir cómo queréis integrar a vuestra suegra en vuestras vidas. Comunicar tus necesidades a tu suegra puede hacerse de forma amable; puede que las plumas se ericen, pero al final las cosas suelen enderezarse. Permitir un sano toma y daca es esencial para fomentar una buena comunicación y la posibilidad de una futura amistad.

Un ejemplo de malos límites: Tu suegra decide reorganizar tu casa cuando no estás y ella hace de canguro. Para evitar este comportamiento en el futuro, tienes que hacerle saber, de forma amable, que preferirías que te consultara primero antes de ordenar los armarios de la comida o mover el sofá. Los buenos límites se forman cuando ambas familias se respetan y consideran mutuamente y, lo que es más importante, preguntan cómo se siente la otra parte sobre las cosas antes de hacerlas.

A los padres que consideran a sus hijos extensiones de sí mismos o que se creen «dueños» de sus hijos les resulta muy difícil dar a sus hijos adultos el espacio necesario para individualizarse y crear límites. Si este es el caso de tu situación, intenta tener una charla firme pero cariñosa sobre tus expectativas para la relación. Dígale a su suegra que la quiere y la respeta, pero deje claro que hay ciertas cosas que usted y su cónyuge no tolerarán.

5. Ten en cuenta sus sentimientos

Es fácil mirar el mundo a través de la estrechez de nuestras propias opiniones y prejuicios, pero cuando lo hacemos nos resulta más difícil comprender la otra perspectiva. A veces, la mejor manera de salvar la distancia entre tu suegra y tú es tener en cuenta sus sentimientos.

No le hables negativamente de su hijo. No cotillees sobre la familia con ella. Sé amable y considerado. Sé amable y agradecido cuando te haga un regalo o intente conectar contigo. ¿Cómo te sentirías si estuvieras en su lugar? La empatía es una calle de doble sentido y te sorprenderá lo diferente que puede ser vuestra relación si te centras en sus sentimientos y pensamientos en lugar de en los tuyos.

6. Intenta crear un vínculo a través de intereses similares

Puede parecer que tú y tu querida suegra no tenéis absolutamente nada en común. Ella se enorgullece de haber sido ama de casa, mientras que tú estás subiendo la escalera corporativa. Sigue preguntando y seguro que con el tiempo hay algo que tenéis en común, aunque sólo sea el hombre que ambos compartís.

Pídele que te enseñe fotos de tu marido de bebé o que te cuente historias del pasado. Prepárate para escuchar y aprender de su experiencia. Y cuando encuentres algo en común, intenta pasar tiempo juntas persiguiendo tus intereses comunes, ya sea un día de chicas en el spa o un día de cabalgata en el campo. Las salidas al parque o al zoo con los nietos también pueden ser una forma estupenda de estrechar lazos con tu suegra.

7. Si es tóxica, busca apoyo externo

La mayoría de las tensiones entre suegras son normales y, con respeto y cuidado mutuos, pueden ser sustituidas por la amistad y el respeto mutuo. Advertencia: hay algunas suegras que son patológicamente controladoras, acosadoras y que no respetan tus límites ni los de tu marido. Estas suegras pueden llegar a intentar destruir tu matrimonio o hacer daño a tus hijos.

Si tu suegra interfiere en tu matrimonio de forma negativa y te devalúa como individuo, es importante que busques apoyo y perspectiva externos. Es posible que ella tenga un problema de personalidad como el Trastorno Narcisista de la Personalidad o que sufra otro problema psicológico.

Hay varios recursos en la web que exploran la relación malsana de la suegra. Un sitio, mantenido por la Dra. Terri Apter, se llama Mother-In-Law Stories. Si tienes problemas con tu suegra, te ayudará compartir tu historia con otras personas que están pasando por problemas similares.