¿Te aburre que tu estilo de vida sexual se limite a los confines de tu dormitorio? Bueno, ése es nuestro mayor miedo como seres sexuales que podemos ser. Sin embargo, siempre puedes ir a explorar en tu casa y, tal vez, llevar tus acaloradas intenciones a un lugar donde se calientan muchas cosas (literalmente): la cocina.

Si alguna vez te has quedado con ganas de aprender trucos y consejos para el sexo en la cocina, sigue leyendo esta guía deliciosamente repleta para el consumo de tu cerebro.

Ventajas del sexo en la cocina

¿Qué hace que la gente esté tan intrigada por llevar sus necesidades sexuales a esta habitación? Hemos enumerado las razones populares detrás del interés de la gente en tener sexo en la cocina durante su tiempo privado.

1. Es una gran solución sexual rápida.

En otras palabras, ¡es un rapidito increíble! Si siempre estás corriendo, por el trabajo o por un estilo de vida ajetreado, pensarás que el sexo está fuera de la ecuación. Pero no te preocupes, si tú y tu pareja necesitáis una necesaria liberación antes de seguir con vuestros días, no hay nada malo en tener el culo al aire con el pecho plantado en la encimera. Al mismo tiempo, tu pareja te empuja por detrás de forma apresurada pero placentera.

2. Saca el exhibicionista que llevas dentro.

Si lo piensas bien, la cocina es un lugar público de tu casa si viven otras personas contigo. Sin contar a tu pareja, hay compañeros de piso o familiares a tu alrededor. Y lo que pasa con el exhibicionismo es que te encanta que te pillen. De día o de noche, no te importa a dónde te lleve tu calentura siempre que puedas liberarla con tu pareja.

3. Tienes un acceso más fácil a la hidratación.

La cocina tiene todas las comodidades necesarias para alimentarse. Allí se encuentran la despensa y el frigorífico. Así que cuando tu pareja y tú os quedéis secos de tanto gemir y tanto movimiento físico, conseguir agua está a menos de un minuto de distancia. Dondequiera que lo hagáis, en el mostrador o en la mesa, hidratarse ayuda a recuperar la energía para las siguientes rondas.

4. Hay diferentes lugares en los que puedes hacerlo.

Independientemente del espacio, la cocina tiene una gran variedad de lugares donde practicar sexo. Todo depende de tu estado de ánimo y del de tu pareja ese día. Algunos lugares son la encimera (uno de los favoritos del público), la mesa de la isla, una silla e incluso contra las puertas del frigorífico/congelador.

5. Allí hay utensilios que pueden ser juguetes sexuales improvisados.

Al igual que las especias que guardas en los armarios, las utilizas para dar más sabor a un plato. Lo mismo ocurre con los juguetes eróticos, que dan un toque picante a tu vida sexual al liberar sensaciones nuevas y diferentes en tu interior. Pero, para variar, puedes optar por utilizar simples utensilios de cocina como juguetes Todo depende de cómo utilices tu creatividad.

Algunos ejemplos

  • Espátula (juego de impacto)
  • Cucharas de madera (también juego de impacto)
  • Delantal (juego de rol)
  • Toalla (bondage o venda para los ojos)
  • Comida de verdad (para juegos con comida)

Desventajas del sexo en la cocina

Cuando algo tiene su lado bueno, también hay que tener en cuenta algunos contras. Aquí hay algunas desventajas comunes cuando se trata de sexo en la cocina.

1. Hay objetos afilados a la vista.

Ya sea para cocinar u hornear, se necesitan herramientas afiladas como cuchillos y tijeras para picar ingredientes importantes. Así que, aunque se supone que hay que guardarlos en zonas seguras, eso no borra el hecho de que están guardados en la cocina, y puede que no nos demos cuenta de recogerlos después de lavarlos. Así que cuando tienes impulsos sexuales hacia tu pareja, puedes olvidarte de devolverlos y salir lastimado.

2. Puede ser antihigiénico.

Somos lo que comemos, pero no te lo tomes al pie de la letra en la cocina. Es un lugar donde se cocina y se cena a menudo. Aunque limpiemos después de hacerlo, el hecho de que tus secreciones y tu sudor hayan salpicado el espacio no es algo agradable sobre lo que reflexionar. Además, piensa en los gérmenes que pueden propagarse a otros lugares.

3. Eres propenso a posibles accidentes.

Es sexy hacerlo en la cocina cuando tu pareja te saluda por detrás mientras estás cocinando, besándote ni un segundo después cuando te giras para verle. Sin embargo, sin querer podemos dejar el plato desatendido para participar en actividades sexuales. Por eso, pueden ocurrir accidentes como quemar el fogón, dejar el horno encendido demasiado tiempo y cocinar demasiado.

4. Puede ser una alteración del orden público.

La cocina es un espacio público. Si no eres el único que vive en el mismo espacio, ya tengas un compañero de piso, niños u otros miembros de la familia, que te pillen es lo último que quieres que ocurra. Sí, aunque tengas tendencias exhibicionistas, debes ser prudente con este desenlace porque es lo último para tus otros compañeros veros a ti y a tu pareja en una posición vulnerable. Sobre todo con niños, ¡no les asustes! Eso os convertiría en adultos irresponsables.

5. Puede que el espacio no sea lo suficientemente grande.

No todas las cocinas están construidas igual. Todo depende de tu casa, desde un apartamento, una casa de campo, un ático, un condominio o una casa adosada, hasta una casa de verdad con x pisos. Dicho esto, algunas cocinas pueden no tener espacio para una mesa en isla o el espacio entre la encimera y los fogones es limitado, entre otras muchas condiciones. En otras palabras, tener sexo en la cocina puede no maximizar toda su energía sexual y satisfacer sus deseos.

15 Posiciones para el sexo en la cocina

Ya que conoces las ventajas y desventajas de este tipo de sexo, ¡es justo dar vida a tu imaginación! A continuación te sugerimos algunas posturas para practicar sexo en la cocina.

1. Una buena cena

Cuida tus modales, pero no dudes en devorar y saborear cada comida que te ofrezcan. O lo que es lo mismo: tu pareja, ávida de lujuria, y tú, igualmente necesitada.

Dónde hacerlo: Encimera o mesa de isla

Cómo hacer esta postura: Túmbate de espaldas sobre la encimera o la mesa de la isla. O si quieres una postura más sexy, túmbate junto a tu pareja mientras te levanta. Dobla las rodillas y ábrelas bien para las caderas de tu pareja. Ellos también se inclinarán un poco hacia delante y te colocarán las manos a los lados. Siéntete libre de colocar tus manos detrás de su cuello mientras se mueven dentro de ti.

2. Acción de Gracias

Siempre hay que agradecer las cosas más dulces de la vida. Especialmente cuando tu vida sexual te lleva a los cielos, también es genial retribuirlo llevándote las cosas con el culo bien alto a la vista.

Dónde hacerlo Encimera o mesa de isla

Cómo hacer esta postura: Sube y arrodíllate sobre la superficie en pose de niño con las piernas bien abiertas. Levanta un poco el trasero en el aire mientras tu pareja se pone de pie y separa los pies a la altura de los hombros. Dependiendo de la altura de la superficie, puede ponerse de puntillas para alcanzarte. Puede penetrarte por la vagina o por el ano a ritmos lentos o rápidos.

3. Buen apetito

Si tu apetito sexual es fuerte, tal vez te apetezca quedarte sentada y dar un buen paseo por él.

Dónde hacerlo: Silla

Cómo hacer esta postura: Deja que tu pareja se siente en la silla con las piernas abiertas y luego acomódate entre sus piernas. Concretamente, sobre su polla con las piernas separadas y sus manos en tu cintura. Puedes mantener tus manos tocándolas mientras te inclinas hacia atrás o apoyarlas delante de la encimera/mesa para machacarte aún más sobre ellas. Y si eres muy salvaje, ¡haz que tu pareja te tire del pelo hacia atrás!

4. Palito dulce

¿A quién no le gusta un polo en un día caluroso? Lame y chupa como si tu vida dependiera de ello con esta golosina interminable (también conocida como la polla de tu pareja).

Dónde hacerlo: Contra el frigorífico/congelador

Cómo hacer esta postura: Tu pareja se recostará contra la superficie fría mientras tú te arrodillas, con la cara a la altura de su entrepierna. Empieza lamiéndole la punta y luego, poco a poco, tómala entera con la boca. Juega con sus huevos para aumentar las sensaciones y sigue recorriendo con tu boca su sensible miembro.

5. Mantente congelada

Prepárate para ser una especie de plato que se mantiene congelado porque no vas a poder moverte cuando tu pareja tenga su manera de esposarte y azotarte. Y, sin embargo, te encantará.

Dónde hacerlo: Contra la nevera/congelador (en el centro)

Cómo hacer esta posición: Esta posición funciona si tienes un frigorífico y un congelador interconectados. Quédate quieto y coloca las muñecas junto a las asas del frigorífico, esperando a que tu pareja te espose. Tu pareja se cierne sobre ti y se pone juguetona con los juguetes sexuales improvisados que mencionamos antes, luego levanta una pierna hasta la cadera mientras pistonea dentro de ti.

6. TLC (Lamer el clítoris con ternura)

El desayuno es la comida más importante del día, sobre todo para tu pareja con la cara metida entre tus muslos.

Dónde hacerlo: Mesa de isla + Silla

Cómo hacer esta posición: Tu pareja se tumbará de espaldas sobre la mesa en forma de isla, luego tú te pondrás a cuatro patas sobre dicha mesa. Apoya las piernas entre la cara de tu pareja y baja sobre ellas. Tu pareja te rodeará con los brazos los muslos separados (pero los pies cerrados), te meterá los dedos o jugará primero con tu clítoris antes de sumergir la lengua en tu empapada entrepierna. Si no tienes más remedio, agárrate a la silla que tienes delante si sus acciones te resultan demasiado abrumadoras (pero en el mejor de los sentidos).

7. Encuentro de piernas

Después de tirar la basura, ¿por qué no lanzar después tus piernas sobre los hombros de tu pareja?

Dónde hacerlo Encimera, mesa de isla

Cómo hacer esta postura Apoya el trasero en la superficie con las manos colocadas detrás de ti o en los bordes. Con las piernas abiertas, tu pareja se coloca entre ellas, luego levanta las piernas sobre cada hombro o incluso cerca de su cuello. Dobla también las piernas para que no se acalambren. Sus manos en tu cintura, tener una sesión de besuqueo primero construye el estado de ánimo antes de que se deslicen dentro de ti.

8. Espacio para el postre

A veces, el postre es tangible y dulce. Pero también puede ser el paraíso entre tus piernas mientras tu pareja te devora como si fueras su última comida.

Dónde hacerlo: Encimera, mesa de isla

Cómo hacer esta postura: Siéntate en el borde de la encimera y la isla con las piernas abiertas. Tu pareja se colocará de rodillas entre tus piernas, colocándolas detrás de sus hombros. Se inclinan hacia delante y pueden situar sus brazos alrededor de tus piernas o detrás de tu cintura. Pueden empezar con suaves lamidas antes de succionarte el montículo para saciar su apetito sexual.

9. Chef de hierro

La mejor cocina puede ser entre dos cuerpos creando calor y fricción hasta que estén completamente bien hechos con sus orgasmos locos y su brillo después del sexo.

Dónde hacerlo: Encimera, Mesa de Isla

Cómo hacer esta posición: Acomódate en el borde de la encimera o mesa de isla. Tu pareja se introduce entre tus piernas con una ligera inclinación. Deja que se acerque lo más posible a ti y enreda tus piernas alrededor de su cintura o cerca del trasero. Sus manos pueden permanecer detrás de tu trasero o de tu cintura. También pueden apoyar la cabeza entre tus pechos mientras tus brazos acunan su cabeza como la de un bebé mientras se abalanzan sobre ti.

10. Bandeja de plata

Las cosas buenas y sabrosas suelen servirse en una elegante bandeja. Tal vez esta vez seas tú el plato principal mientras tu pareja se deleita con tu cuerpo.

Dónde hacerlo: Mesa de Isla

Cómo hacer esta postura: Túmbate sobre la mesa con las piernas abiertas y espera a que tu pareja te abra más. Se inclinará un poco hacia delante y pondrá tus tobillos sobre sus hombros. Con las palmas de las manos, levantarán la parte inferior de tu cuerpo hasta formar un ángulo con su polla. ¡Agárrate fuerte, por los bordes si puedes porque te van a dar una penetración potente que vas a disfrutar!

11. Melocotones de sus ojos

Ser la niña de sus ojos es una cosa. Pero tener tus melocotones expuestos a todo el mundo, especialmente a tu pareja, es otro concepto sexy que quizás quieras llevar a la cocina.

Dónde hacerlo Encimera, mesa de isla

Cómo hacer esta postura: Inclínate sobre la encimera o la mesa de isla con el trasero levantado. Planta los brazos todo lo que quieras para sujetarte, aunque puedes ponerte un poco de puntillas. Mientras tanto, tu pareja se coloca detrás de ti y decide cómo quiere hacerlo contigo. Puede embestirte con fuerza o penetrarte dulcemente con suaves caricias desde las caderas hasta el lateral del culo.

12. Gira y revuelve

Dale un toque picante a tu rutina sexual con esta postura enroscada que demuestra que con unos sencillos movimientos puedes llegar a tener un orgasmo inolvidable.

Dónde hacerla: Mesa de isla

Cómo hacer esta postura: Estás inclinada hacia atrás y sentada en el borde de la mesa con las palmas de las manos detrás de la espalda para apoyar la parte superior del cuerpo. Tu pareja se coloca entre tus caderas con una postura flexionada y lanza tus piernas sobre su torso. Junta los tobillos por detrás mientras tu pareja te sujeta por la rodilla y echa la cabeza hacia atrás cuando sientas cómo se desliza su punta.

13. Derrítete en mi boca

Recompensa a tu pareja con una buena mamada que hará que su fluido gotee y se derrita sin esfuerzo en tus labios, ¡y puede que te lo tragues si te apetece!

Dónde hacerlo: Silla (o taburete)

Cómo hacer esta postura: Tu pareja está sentada en la silla o taburete de la cocina, en posición de «manspreading». Mientras tanto, tú estás de rodillas entre las suyas, con la boca abierta y húmeda, mientras disfrutas de su longitud. Pulgada a pulgada, tus manos pueden acariciar sus huevos o su pene, o incluso apretar el interior de sus muslos. Presta atención a sus ruidos, sobre todo si son placenteros. Eso significa que debes seguir al mismo ritmo.

14. Disponible para recoger

Si no vas a comer en el restaurante, lo más probable es que te los lleves para llevar recogiéndolos en el resto. Pero este tipo de recogida es diferente, ya que estarás en casa de tu pareja cuando te recoja y te abrace para una deliciosa follada. Así que más vale que sean fuertes para llevarte durante mucho tiempo, ¡lector!

Dónde hacerlo: Contra la nevera/congelador/pared de la cocina

Cómo hacer esta postura: Empieza con besos y mucho contacto físico, y luego espera a que tu pareja te levante en brazos. Te presionará contra cualquier superficie que hayamos mencionado, así que apóyate detrás de su cuello una vez que se deslice dentro de ti. También puedes jugar con su pelo, ya que puede optar por chuparte el cuello o los pezones entre medias.

15. La fruta oculta y prohibida

Puede que los demás piensen que estás siendo una compañera mona sentada en el regazo de su pareja. Sin embargo, no sabrán lo que se esconde debajo de la mesa cuando mueles a lo largo de su polla. Esto no es ningún estímulo para practicar esta postura en público, pero es una prueba de cómo te pones caliente y pesada con esta versión sentada de la vaquera inversa común cuando estás ansiosa por un poco de sexo en la cocina.

Dónde hacerlo Silla (o taburete)

Cómo hacer esta postura: Tu pareja está sentada en la superficie de su elección con las piernas separadas. Por otro lado, tú tienes la espalda apoyada en su pecho mientras su polla te penetra. Puedes arquear la espalda todo lo que quieras mientras tu pareja juega con tu pecho o clítoris al balancearse hacia delante y hacia atrás para conseguir esa penetración que tanto te gusta.

Consejos para el sexo en la cocina

Llegados a este punto, seguro que estás deseando correr a la cocina y divertirte de forma sexy cuanto antes Pero detente un momento: tenemos algunos consejos cruciales que debes recordar antes de lanzarte a la aventura del sexo en la cocina.

1. Comunícate con tu pareja.

Este consejo es importante para transmitir lo que quieras mejorar o añadir a cualquier aspecto de tu relación, ¡incluido el sexo! Puesto que el sexo en la cocina puede ser un poco exagerado aunque no esté tan lejos del dormitorio, es necesario discutir ciertas reglas básicas y establecer límites clave. Algunas reglas incluyen intentarlo sólo una vez por la noche o utilizar la encimera para que te den caña. En cuanto a los límites, sería amortiguar los gemidos o mantenerse alejado de cualquier lugar donde haya utensilios.

2. Observa tu entorno.

El sexo en la cocina tiende a ser espontáneo e intenso, lo que es bastante comprensible cuando uno de los dos está agachado cocinando o se asoma sin querer por debajo de la falda o la camisa. Además, es una puerta de entrada para tener un rapidito cuando estás necesitado. Sin embargo, siempre es mejor prevenir que curar para caer en esas tentaciones cuando una cocina tiene posibles peligros a los que te puedes enfrentar. Así que, antes de actuar según tus necesidades, inspecciona la cocina de antemano. Comprueba que no haya fogones ni hornos encendidos, retira los objetos punzantes o cualquier cosa frágil y limpia las superficies húmedas que tengas cerca.

3. Incorpora otras actividades sexuales.

El sexo en la cocina ya es excitante de por sí, así que ¿por qué no añadir más leña al fuego? Como ya hemos mencionado, puedes utilizar numerosos juguetes sexuales improvisados o incluso llevar tus juguetes sexuales reales a este lugar mientras pruebas las posturas que hemos sugerido. También puedes introducir actividades, especialmente juegos con comida, porque ya estás en la cocina. Limítate a productos dulces como la miel, el chocolate e incluso el helado para colocártelos por encima a ti o a tu pareja como un tipo de juego previo.

También están los juegos de sensaciones, que son perfectos si utilizas una venda en los ojos y utensilios para acariciar tu cuerpo. Pero no te olvides de los juegos de temperatura con cubitos de hielo que puedes deslizar por el cuerpo mientras tu pareja y tú os ponéis cachondos.

4. Utiliza lubricante.

Si el sexo en la cocina es tu sexo rápido por defecto, alcanza esos orgasmos instantáneos pero absolutamente excitantes utilizando lubricante. Aplicar este producto en el orificio vaginal, en la punta del pene o incluso en los juguetes sexuales hace que todo sea más fluido y placentero si tu humedad natural no es suficiente. También puede ser aromatizado, lo que resulta ideal para el sexo oral, y proteger al propietario de la vulva de posibles desgarros.

Para los juguetes sexuales, utiliza lubricantes a base de agua. Y para tus partes íntimas, el lubricante a base de silicona te hará durar más durante el acto.

5. Limpieza

Después de cada sesión de sexo, lo correcto es limpiar. En el dormitorio, puedes cambiar las sábanas mientras te cambias de ropa o ir a la ducha para quitarte el sudor. Pero la limpieza es más crucial después del sexo en la cocina, sobre todo cuando se trata de un espacio en el que cocináis y cenáis a diario. Sólo es higiénico asegurarse de que no se ignoran las descargas o se dejan posibles utensilios sin lavar. Sobre todo si hay comida, vas a seguir utilizando la cocina al día siguiente. Además, limpiar el entorno y a vosotros mismos es un tipo de cuidado posterior.

El cuidado de uno mismo y de la cocina.

Conclusión

El sexo en la cocina es un tipo de sexo que no querrías probar al menos una vez en la vida. Porque no sólo puedes divertirte rápidamente, sino que también puedes tener momentos lentos y sensuales con tu pareja a partir de tan excitante sexcapade. Lo único crucial que debes hacer para que el sexo en la cocina funcione de verdad es practicar una higiene y unos cuidados posteriores adecuados para que tu cocina pueda mantener su propósito y, al mismo tiempo, ser una vía para nuevas aventuras sexuales.