Los besos con lengua pueden ser muy calientes cuando se hacen bien. Y aunque no siempre conduce al sexo, sí da lugar a intensas sesiones de besos. Imagínate que esas terminaciones nerviosas de tus labios se estimulan y acarician mientras los dos exploran sus bocas. Tus labios bailan al son de una melodía que sólo tú y tu pareja podéis escuchar, y hay un ritmo que tienes que seguir. Es un momento mágico compartido entre los dos. Si los besos con lengua fueran tan fáciles..

Ahora bien, si te estás preparando para ese primer beso con tu enamorado o enamorada, y te asustas porque puedes acabar dando besos descuidados que pueden hacer que te ganes la reputación de mal besador (¡oh, el horror!), el mejor consejo que podemos darte es que te tranquilices. Nadie empieza siendo un maestro en algo que no ha hecho antes. Hace falta práctica y mucha experimentación.

Pero si quieres ir por delante, sigue leyendo para perfeccionar ese beso francés del que tanto has oído hablar. E incluso si crees que ya te has doctorado en besos con lengua, hay algunos consejos que puedes añadir a tu arsenal de técnicas de besos.

¿De dónde viene el nombre de «beso francés»?

Antes de pasar a la acción, quizá te preguntes cuál es el origen del término «beso francés». Bueno, no hay una explicación concreta sobre el nombre, pero una de las teorías más populares sobre su origen es que fue acuñado por militares estadounidenses y británicos.

Durante la Primera Guerra Mundial, los militares extranjeros que se encontraban en Francia quedaron impresionados por la forma intensa y apasionada en que se besaban las mujeres francesas. Cuando regresaron a casa, utilizaron el término «beso francés» al contar sus sensuales escapadas a sus compatriotas.

En esta línea, Sheril Kirshenbaum escribió en su libro «The Science of Kissing: What Our Lips Are Telling Us» que el «beso francés» fue popularizado por viajeros estadounidenses que experimentaron técnicas de besos ardientes en Francia. Por otro lado, otras personas creen que el término se hizo por la reputación de los franceses de tener prácticas sexuales aventureras y lujuriosas.

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¿Listo para experimentar el beso más caprichoso y apasionado de tu vida? Pues bien, para experimentarlo, tienes que tener en cuenta algunos consejos y técnicas a la hora de entregarte a este acto. ¡Vamos a sumergirnos en él!

1. Ten una pareja dispuesta a ello, es decir, ¡consigue primero el consentimiento!

Si realmente quieres ser un maestro de los besos con lengua, tienes que conseguir a una persona real que pueda corresponderte y darte información sobre cómo va tu habilidad para cerrar los labios. Obviamente, la pareja que elijas tiene que participar de buen grado en este ensayo de besos. Hazlo con alguien con quien creas que puedes divertirte. Si te sientes valiente, pide a tu pareja una cita y pruébalo con él.

2. Ten un aliento fresco como la menta.

Si tu boca huele como si una rata se hubiera metido en ella y hubiera muerto, no habrá mucha gente que quiera intercambiar saliva contigo. Confía en nosotros. Presta atención a tu higiene bucal para tener un aliento fresco durante todo el día. Toma un caramelo de menta o utiliza un enjuague bucal para eliminar el sabor de los aros de cebolla que acabas de comer.

No estamos diciendo que tengas que obsesionarte con tu aliento cada vez que pienses en dar un beso con lengua a alguien. Pero no sigas tirando esos caramelos de menta o excusándote para ir al baño a usar el enjuague bucal cada cinco minutos. Eso sólo te hace parecer demasiado ansioso.

3. Asegúrate de que tus labios no están resecos.

Los labios secos y agrietados pueden distraer la atención cuando besas a alguien. Así que, aparte de tu aliento, también tienes que pensar en el estado de tus labios. Si están en buenas condiciones para besar o si están mejor como papel de lija.

Si tienes tendencia a tener los labios secos, asegúrate de llevar siempre un Chapstick en el bolso o el bálsamo labial que prefieras. Siempre que tengas los labios hidratados.

Tus labios secos también pueden ser un signo de que estás deshidratada. En ese caso, basta con beber un vaso de agua para una solución rápida y sencilla. Ahora bien, si por alguna razón no puedes conseguir agua o bálsamo labial (tal vez estés atrapado en un desierto), siempre puedes lamerte los labios para recuperar la humedad. Sólo tienes que pasarte la lengua por ellos y tal vez presionarlos o mordisquearlos ligeramente.

4. Encuentra el momento adecuado.

No te lances y vayas a por ello. Eso puede funcionar, pero no siempre. Es demasiado arriesgado. Si no encuentras la oportunidad adecuada para un beso, puedes acabar con una bofetada en la cara. ¿Pero cómo sabes que es la «oportunidad adecuada para un beso»?

Suele ser cuando los dos están en un lugar privado. Puede ser en el asiento trasero del coche de tu cita, en su habitación o incluso en la penumbra del parque. También tienes que estar atento al lenguaje corporal de tu pareja. ¿Se está inclinando hacia ti? ¿Sus ojos se dirigen a los tuyos y luego bajan a tus labios? Si muestra estas señales, entonces tienes una oportunidad. O si no quieres seguir adivinando las intenciones de tu pareja, siempre puedes preguntar.

5. Construye un impulso: ¡no hay necesidad de apresurarse!

Haz que tu pareja comience a besar con lengua. Primero crea un impulso y no le metas la lengua en la garganta sin más. Eso no es muy educado. Da besos sutiles, pero burlones. Prueba a besar la frente de tu pareja, la nariz, detrás de las orejas y luego la parte superior de los labios. Roza la lengua del otro, mordisquea y chupa el labio inferior. Persigue la lengua del otro y luego aumenta y disminuye la presión.

Tómate tu tiempo. No hay que precipitarse. Piensa en ello como si estuvieras compartiendo un helado con tu pareja. Si lo comes demasiado deprisa, no podrás disfrutarlo como es. Hay que tomar pequeñas porciones y saborear cada una mientras se derrite lentamente en la boca. Así puede ser el beso francés. Relajas la boca, compartes besos tiernos y ligeros y te centras en crear impulso.

6. Concéntrate en el momento y sé apasionado.

Es difícil estar en el momento cuando te preocupas por tus técnicas de beso. Vas a ser una bola de nervios si lo único que piensas es en tu rendimiento. Esto no es un examen; no te dan la licencia si pasas la prueba. Así que deja de lado esas preocupaciones y déjate llevar por tus pasiones. De esta forma, podrás seguir lo que te resulte natural. Demuestra a tu pareja que quieres crear una conexión más profunda con él, o que quieres tener intimidad con él. Si lo consigues, tu pareja se sentirá deseada y podrá corresponder a las mismas pasiones que tú has mostrado.

7. Inclínate hacia un lado: ¡no te pongas demasiado rígido!

No queremos que se produzca ninguna lesión en la nariz, así que para evitar chocar las narices, inclina la cabeza hacia la dirección opuesta a la de tu pareja. Pero, como siempre, esta regla no es inamovible. Así que no te preocupes demasiado por ello. Puede haber ocasiones en las que tú y tu pareja os beséis con la cabeza en la misma dirección. Si ese es el caso, ambos encontrarán naturalmente una posición cómoda e inclinarán la cabeza hacia el otro lado.

8. No te pases con la lengua.

Aunque los besos franceses suelen ser besos con lengua, puedes pasarte un poco y acabar babeando la boca de tu pareja. Eso no es bonito. En absoluto.

Ten cuidado de no extender tu lengua demasiado lejos en la garganta de tu pareja, o de no tener demasiada fuerza de empuje. Sólo conseguirás que tu pareja se sienta incómoda. Es un error de novato muy común, pero ahora ya lo sabes y eres consciente de que es una de las cosas que no hay que hacer en los besos con lengua. Como hemos dicho antes, hay MUCHOS nervios que pueden encontrarse en la lengua. Así que cuando la lengua está involucrada, un poco realmente va un largo camino.

9. Haz un buen uso de tus manos.

Cuando se besa, no hay que quedarse quieto y dejar que los labios y el cuello hagan el movimiento. Las manos también pueden formar parte de la acción. No hace falta que se queden incómodas a los lados. Utilízalas bien colocándolas en la barbilla de tu pareja para inclinar ligeramente su cara. O en la espalda de tu pareja para sentir mejor su calor sobre ti. O frotando su codo o rodilla para añadir más estimulación. Incluso puedes ponerlas alrededor de su cuello para poder acercarlas a ti. Engancha tus manos para que el acto de besar sea más romántico y sensual.

10. No dejes de respirar.

A no ser que seas un superhombre capaz de respirar por las orejas, no olvides que aunque todo tu cuerpo esté en llamas y tu lengua esté ocupada explorando los puntos sensuales ocultos de tu pareja, tienes que seguir respirando por la nariz. Lo cual es un reto cuando vuestras caras están pegadas la una a la otra. Haz pausas y mírate a los ojos. Sonríe y hazle saber a tu pareja que te lo estás pasando bien.

11. Ríete de los errores.

Todos deseamos que el beso con lengua sea perfecto la primera vez que lo hacemos. Pero, por desgracia, no siempre va a ser así. Pero incluso si lo estropeas, no hay que avergonzarse de ello. Sé sincero con tu pareja y dile que no eres un experto, pero que aprendes rápido y que lo que te falta de experiencia lo puedes compensar con creatividad. No te compliques. Haz bromas y disfruta de una buena carcajada para aliviar la tensión. Mientras estés con alguien que realmente quiera pasar tiempo contigo, todo irá bien.

12. Nunca olvides la comunicación.

La comunicación es la palabra clave. Hablad entre vosotros y sed sinceros sobre lo que os gusta y lo que no. Preguntad si hay algún aspecto que podáis mejorar y, si lo hay, cómo podéis mejorarlo. Ser honesto de esta manera, hace que te des cuenta de tus errores y te da buenos consejos para que lo hagas mejor la próxima vez.

Conclusión

Antes de que te entregues a un beso apasionado, recuerda que la práctica es la clave. Aunque hayas leído o visto innumerables tutoriales, si es la primera vez que te besas, no esperes ser perfecto como en las películas. Las películas lo hacen parecer tan romántico y natural. Es una escena perfecta que te hace pensar que el beso con lengua es tan fácil como respirar. Pero la realidad no funciona así. Necesitas tiempo para dominar la técnica y dar a tu pareja los besos seductores que se merece.

Además, aprender a dar un beso con lengua parece bastante fácil cuando lo lees en una página web. Pero ahora que has reunido lo que puedes, te toca poner a prueba lo que has aprendido aquí en la vida real. ¡Buena suerte!